Una mirada en profundidad al monitoreo fetal interno
Tabla de contenido:
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La monitorización fetal interna implica la colocación de un electrodo directamente en el cuero cabelludo del bebé mientras aún está en el útero. Esta prueba se realiza para evaluar la frecuencia cardíaca del bebé, así como la variabilidad de los latidos cardíacos en el momento del parto.
Si bien IFM se usa con mayor frecuencia durante los nacimientos de alto riesgo, también se puede usar en un parto de bajo riesgo si el equipo de atención no puede obtener una lectura precisa de técnicas de monitoreo externo, como la auscultación y el monitor electrónico fetal (EFM).
Cómo se realiza el monitoreo fetal interno
El IFM se inserta a través del cuello uterino hasta la parte del cuerpo del bebé más cercana a la abertura (generalmente el cuero cabelludo). Si la madre no ha roto el agua, se realizará una amniotomía para hacerlo. Luego se colocará un electrodo fetal atornillando un cable pequeño en las capas superiores del cuero cabelludo del bebé.
Al mismo tiempo, también se puede colocar un catéter de presión intrauterina (IUPC) dentro del útero, entre la pared uterina y el bebé. Esto también permite que el equipo de parto mida la fuerza exacta de las contracciones de la madre en lugar de confiar en las formas menos precisas de monitoreo externo. Esto es especialmente útil cuando se indica un parto inducido.
Ventajas de la monitorización fetal interna
El monitoreo fetal interno permite el monitoreo directo del corazón del bebé en lugar de una auscultación que es una forma indirecta de monitoreo.La auscultación emplea el uso de un dispositivo que escucha a través del estómago de la mujer, ya sea en forma de estetoscopio o de fetoscopio de ultrasonido. La auscultación es la técnica más común utilizada para los embarazos de bajo riesgo.
El IFM también supera una de las principales limitaciones del EFM: la necesidad de que la mujer permanezca absolutamente inmóvil. Con un EFM, el dispositivo de monitoreo está atado alrededor de la cintura de la mujer. Cualquier movimiento puede interrumpir la señal y sugerir irregularidades que pueden o no estar presentes.
El monitoreo interno también puede prevenir una cesárea innecesaria si el sufrimiento fetal está indicado en el monitoreo externo pero no en el IFM.
Los riesgos
A pesar de sus ventajas, existen varios riesgos asociados con el IFM, que incluyen:
- Moretones o rasguños en el cuero cabelludo del bebé
- El riesgo de infección para la madre o el bebé de una fuente externa.
- La restricción del movimiento para la madre que puede hacer el trabajo de parto más doloroso y difícil.
- El riesgo de infección de madre a hijo (IFM está contraindicado en mujeres con VIH, herpes y hepatitis)
El procedimiento de IFM en sí mismo ha generado controversia entre algunos profesionales que creen que es innecesariamente invasivo. Algunos estudios han sugerido que su uso está asociado con tasas más altas, en lugar de más bajas, de partos por cesárea y parto con fórceps.
Un estudio realizado en 2013 informó que, de 3,944 mujeres en las que se usó IFM, el 18.6 por ciento terminó con una cesárea en comparación con el 9.7 por ciento que no tuvo un IFM. Las tasas de fiebre en las mujeres también fueron casi tres veces más altas (11.7 por ciento contra 4.5 por ciento).
No se observaron diferencias en la salud en los bebés expuestos a IFM en comparación con los que no lo estaban.
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