Errores que cometen los padres al reprender a sus hijos
Tabla de contenido:
La Entrevista para la Residencia a través de un Matrimonio (Noviembre 2024)
Errar es humano, y cometer errores de disciplina es parte de ser padre. Su hijo se porta mal y se encuentra perdiendo la calma, gritando o reaccionando de una manera que cree que podría haber sido mejor manejada. Hay maneras de solucionar estos errores comunes. Visualízate a ti mismo reaccionando de manera diferente a tu hijo la próxima vez que haga algo para volverte loco, y confía en tu capacidad para cambiar su mal comportamiento y en tu reacción ante él.
Recuerda darte un descanso. Estos errores de disciplina son comunes porque la mayoría de los padres cometen uno o más de estos en un momento u otro.
Errores comunes que cometen los padres al disciplinar a los niños
Recuérdese el consejo que podría darle a su hijo cuando cometa un error. Los errores son lo que aprendes para que puedas crecer.
No fuiste respetuoso con tu hijo
Los padres les piden a sus hijos que los respeten, pero a veces olvidan que el respeto debe ser una calle de doble sentido. Uno de los errores más comunes que cometen los padres al disciplinar a los niños es gritar, hablar en tono áspero y enojado, o incluso insultar a sus hijos. Dar y pedir respeto a cambio es uno de los consejos fundamentales para recordar acerca de cómo disciplinar a los niños.
La solución: Piense en cómo le gustaría que le hablaran si estuviera trabajando en un conflicto con un adulto, como un compañero de trabajo o un pariente.Póngase al nivel de los ojos de su hijo y discuta el problema en cuestión de una manera suave (pero firme) y respetuosa. No importa lo enojado que estés, trata de mantener la calma. No grites, y nunca menosprecies a tu hijo.
Disciplinar mientras está enojado
Hay algunas cosas que simplemente no deben ir juntas, como beber y conducir o escribir un correo electrónico a alguien que lo ha enfurecido antes de que haya tenido la oportunidad de calmarse. Disciplinar a un niño mientras está enojado está definitivamente en esa categoría de no hacer. Cuando reprende a su hijo mientras está enojado por algo que hizo, es más probable que grite o diga algo que no quiere decir.
La solución: Tómese unos minutos (o más si lo necesita) para calmarse y recoger sus pensamientos antes de hablar con su hijo sobre su mal comportamiento. Retírese a usted o a su hijo de la situación inmediata. Dar un paseo. Darte a ti y a tu hijo un poco de tiempo para reflexionar sobre el conflicto puede ayudarte a lidiar con la situación de una manera más tranquila.
Ser inconsistente
Usted reprende a su hijo por no limpiar su habitación, pero lo ignora cuando su habitación está desordenada durante días. Luego, una vez más, lo regañas por no mantener limpia su habitación. Su hijo está recibiendo un mensaje muy inconsistente. Una de las mejores maneras de ayudar a los niños a corregir su comportamiento es dándoles instrucciones claras sobre lo que se espera de ellos.
La solución: Dele a su hijo instrucciones claras y simples y una lista realista de expectativas. Por ejemplo, si quiere que limpie su habitación todas las semanas, márquelo en un calendario y haga ese "día de limpieza de la habitación". Prepárelo para un buen comportamiento. Si no cumple, dale un conjunto consistente de consecuencias. No dé diferentes grados de castigo por la misma mala conducta. Sea constante y consistente en hacer cumplir las reglas.
Hablar o explicar demasiado
Dar una explicación larga y detallada del comportamiento inapropiado de su hijo no es una buena idea. Los niños, incluso los escolares de primaria que están mejorando para prestar atención, pueden perder fácilmente el seguimiento de las discusiones que se extienden demasiado en detalle.
La solución: Sea lo más directo posible y divídalo en lo básico para su hijo. Con niños mayores, hable sobre lo que salió mal y discuta posibles escenarios que podrían haber sido mejores opciones. Con los niños más pequeños, simplemente diga cuál fue el comportamiento y por qué estuvo mal ("Entró en la habitación de su hermano y jugó con su juguete sin su permiso, y eso lo hizo sentir como si no le importaran sus sentimientos").
Va negativo
Escuchar una cadena de "no" y "no" no es nada divertido para nadie, especialmente para un niño. Centrarse en lo que un niño hizo mal o en lo que no debería hacer en lugar de enfatizar lo que debe hacer un niño puede dar un giro negativo a las cosas y establecer el tono para su interacción.
La solución: Enfoque las cosas desde una perspectiva más positiva al hablar sobre qué se puede hacer mejor. Si su hijo está lloriqueando o contestándole, muéstrele algunos ejemplos de cómo hablar de una manera agradable y más amistosa. Después de que los ánimos se hayan enfriado en ambos lados, intente un juego alegre de hablar bien entre sí para expresarse mejor. Si su hijo está peleando con un hermano, sugiérale algunas formas de construir una buena relación entre hermanos, por ejemplo, haciendo que trabajen juntos en un proyecto.
Pensar que disciplinar significa castigar
A menudo, los padres olvidan que el objetivo de disciplinar a los niños es darles pautas y límites firmes para que no tengan que ser castigados. Disciplinar significa establecer límites y expectativas para que los niños sepan qué se espera de ellos. El objetivo principal es que los niños aprendan a regularse para que no sean castigados.
La solución: Repensar la forma en que ves la disciplina. Cuando usted disciplina a un niño, le está mostrando cómo tomar buenas decisiones y elegir conductas que sean positivas y, en última instancia, buenas para ella. Y al mostrarle cómo maneja su mal comportamiento, de una manera amorosa y constructiva que enfatiza el aprendizaje en lugar del castigo, le está enseñando cómo algún día interactuar con sus propios hijos cuando demuestren un mal comportamiento.
No practicando lo que predicas
Usted le dice a su hijo que no diga mentiras sino que rutinariamente querrá salir de las cosas que no quiere hacer, como unirse al comité de voluntarios de la escuela o asistir a una reunión sin importancia en el trabajo. Les gritas a tus hijos y les dices enojado que hablen bien entre ellos. El problema es que a menudo no ve su propio comportamiento y olvida que sus hijos están observando cada uno de sus movimientos y aprendiendo cómo comportarse utilizando su ejemplo.
La solución: En la medida de lo posible, sea un buen ejemplo del comportamiento que desea que emule su hijo. Si de vez en cuando rompe una de sus propias reglas, explíquele a su hijo las circunstancias particulares y por qué se comportó como lo hizo. Explore cómo podría haberlo manejado mejor y hable sobre cómo puede hacer las cosas de manera diferente la próxima vez.
No ajustando la técnica de disciplina a su hijo
Cuando se trata de disciplina infantil, una talla no se ajusta a todas. Lo que funcionó en el hermano de un niño o en los hijos de amigos puede ser el enfoque equivocado para un niño. Tratar repetidamente de utilizar un determinado enfoque para corregir o guiar el comportamiento de un niño podría no funcionar mejor para un niño en particular.
La solución: Recuerde que los niños, como los adultos, tienen sus propias personalidades, temperamentos y peculiaridades. Un niño puede ser más obstinado que los demás o tener más probabilidades de sufrir un colapso cuando las cosas no salen como él. Pruebe diferentes enfoques para adaptar las técnicas de disciplina a cada niño en particular.
Por ejemplo, mientras que un niño puede concentrarse y dejar de perder el tiempo después de unos pocos recordatorios generales, otro niño puede necesitar cuadros, horarios y una supervisión más estrecha para mantenerlo en el buen camino. Un niño puede dejar de comportarse mal después de una advertencia de que perderá privilegios (un juguete o una actividad), mientras que otro niño puede necesitar que se le quiten esas cosas y experimentar las consecuencias de una mala conducta antes de que aprenda a seguir las reglas.
No disciplinando a los niños en absoluto
Entre las muchas razones importantes por las que necesita disciplinar a los niños está el hecho de que los niños criados con límites claros y orientación tienen más probabilidades de ser personas felices y agradables que tienen un buen autocontrol. Cuando los niños no son disciplinados, los efectos son claros y, en la mayoría de los casos, bastante catastróficos. Los niños a los que no se les asigna ningún límite o consecuencia y son maltratados suelen ser egoístas, incapaces de autorregularse y desagradables estar cerca.
La solución: Déle a su hijo reglas, límites y consecuencias claras y coherentes cuando no hagan lo que deben hacer. Si le preocupa que disciplinar a su hijo lo haga enojar con usted, tenga en mente el panorama más amplio. No disciplinar a un niño no es bueno para él. Mientras maneja su mal comportamiento con amor y una guía firme, su hijo aprenderá y crecerá de sus errores.
Los errores comunes que cometen los padres
El tiempo fuera puede ser una técnica de disciplina muy efectiva, pero solo cuando se usa apropiadamente. Aprenda sobre los errores comunes de usar los tiempos de espera.
5 errores que cometen los padres al darles instrucciones a los niños
Hay algunos errores comunes en la forma en que la mayoría de los padres dan instrucciones que hacen que los niños tengan menos probabilidades de escuchar.
Los 10 errores más grandes que cometen los astmáticos.
Todos cometemos errores. Aprenda de estos 10 errores comunes de asma vistos con frecuencia en la práctica.