Esclerosis Múltiple y Disfagia
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Tragar es algo que damos por sentado. Pero para las personas que viven con esclerosis múltiple (EM), este simple acto puede causar una angustia extrema cuando se encuentran repentinamente menos capaces de tragar, comer o beber.
Los médicos se refieren a este síntoma como disfagia (derivada del griego) dis que significa "dificultad" y fago que significa "comer"). Es una condición desconcertante y, a veces, grave que puede afectar en cualquier lugar, desde un tercio hasta la mitad de las personas que viven con EM en algún momento de su curso de la enfermedad.
Causas
Tragar es un proceso complejo que involucra tanto acciones voluntarias como reflejos involuntarios. La EM puede socavar este proceso al dañar ciertos nervios y vías neuronales en una parte del sistema nervioso central, conocida como el tronco encefálico, que regula este proceso.
La EM no solo debilita los músculos para tragar, sino que también puede interferir con el momento en que la tráquea debe estar cerca una vez que la comida ingresa a la tubería de alimentación (llamada esófago). Cuando este cierre no se produce, una persona puede terminar tosiendo, asfixiándose o recibiendo líquidos o alimentos directamente en sus pulmones.
Si bien la disfagia tiende a afectar a las personas con enfermedad avanzada, en realidad puede ocurrir en cualquier etapa (incluso de manera temprana) con síntomas que van desde los más sutiles a los graves.
La disfagia puede empeorar aún más por la falta crónica de saliva (conocida como boca seca), y la boca seca es un efecto secundario común de ciertos medicamentos que se usan para tratar diversos síntomas de la esclerosis múltiple como los antidepresivos y los anticolinérgicos que se usan para tratar los problemas de control de la vejiga.
Los síntomas
La disfagia puede comenzar de manera casi imperceptible en las personas con EM. Cuando esto sucede, una persona puede comenzar a escupir un poco después de tomar una bebida o accidentalmente ahogarse con un pedazo de comida (generalmente alimentos desmenuzables) de una manera que no sea del todo inusual.
Es solo cuando el problema se vuelve persistente que las personas comienzan a darse cuenta de que su problema de deglución es más que incidental. En este momento, el acto mismo de comer puede causar ansiedad e incluso pánico, lo que hace que algunos coman cada vez menos por temor a atragantarse.
En general, los síntomas de disfagia están relacionados con la etapa específica del proceso de deglución afectado por la EM. Dado que este proceso puede tomar hasta 30 músculos diferentes, los tipos y la gravedad de los síntomas pueden variar significativamente de una persona a otra y pueden incluir:
- Dificultad para masticar
- Tos durante o después de tragar alimentos.
- Saliva excesiva o babeo
- Comida pegada en la garganta.
- Asfixia por comida o bebida
- Tener una voz débil y suave.
- Incapacidad para tragar o mover alimentos dentro de la boca
- Toser o vomitar comida
- Llevar (aspirar) alimentos o líquidos a los pulmones
Debido a las dificultades para tragar, no es raro que las personas con disfagia asociada a la EM experimenten pérdida de peso, deshidratación y desnutrición, ya que la afección persiste o empeora.
Peor aún, cuando la disfagia hace que los alimentos o los líquidos queden atrapados en los pulmones, una persona puede desarrollar abscesos o neumonía por aspiración (un tipo de neumonía por la cual las bacterias en los alimentos causan una infección). Ambas son condiciones peligrosas y se encuentran entre las principales causas de muerte en personas con EM avanzada.
Diagnóstico
La disfagia puede no ser un gran problema en las primeras etapas y, de hecho, nunca puede progresar a ser algo más que una molestia. Sin embargo, es importante avisar a su médico si tiene problemas para tragar, aunque solo sea para evaluar lo que está sucediendo y para controlar mejor los síntomas en el futuro.
El diagnóstico generalmente involucra uno o más exámenes de rutina:
- Un patólogo del habla realiza exámenes orales del motor para ver cómo se mueven los músculos en su garganta y escuchar cómo suena su voz.
- La videofluoroscopia es un tipo de radiografía que registra el proceso de deglución.
- La endoscopia con fibra óptica implica el uso de una pequeña cámara insertada en su nariz o garganta para ver el proceso de deglución.
administración
Dependiendo de la gravedad de los síntomas, el tratamiento generalmente implica cambiar la forma de comer en lugar de aplicar cualquier intervención médica directa. Entre las posibles opciones:
- La modificación de la dieta es fundamental para mantener una buena nutrición e hidratación. Esto puede incluir ablandar los alimentos duros con agua o elegir alimentos con una consistencia más suave y fina. Tomar bocados más pequeños y masticar por más tiempo también ayuda. A menudo es mejor trabajar con un dietista para asegurarse de satisfacer sus necesidades nutricionales.
- Ajustar la posición de la cabeza y el cuello a veces puede facilitar las dificultades para tragar. Este es un proceso de prueba y error que puede implicar agacharse la barbilla, inclinar la cabeza o sentarse derecho para asegurarse de que la comida se asienta correctamente.
- Realizar ejercicios de fortalecimiento muscular es algo que su patólogo del habla puede enseñarle y puede ayudar a mejorar algunos de los problemas de deglución que puede estar experimentando.
En casos severos, se puede necesitar un tubo de alimentación (nutrición enteral) para administrar alimentos y líquidos directamente al estómago.
Una palabra de DipHealth
Como la mayoría de los síntomas de la esclerosis múltiple, tratar la disfagia requiere una combinación de terapias para optimizar la nutrición, minimizar su malestar, prevenir infecciones y perder peso, y tratar las consecuencias psicológicas y físicas de su disfagia (por ejemplo, pérdida de placer durante la comida o sensación de agotamiento). durante las comidas).
Asegúrese de mantenerse en contacto con su médico y su patólogo del habla y el lenguaje con respecto a su deglución, ya que puede aumentar o disminuir con el tiempo y requerir un cambio en su plan de tratamiento.
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