¿Qué es SIBO y qué tiene que ver con el SII?
Tabla de contenido:
191 - BÁNH XÈO TÔM HÙM - Bên Nhà Thiên Đường Cali (Noviembre 2024)
SIBO, el acrónimo de una condición llamada sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado, se está investigando como una posible causa del síndrome del intestino irritable (IBS). Al igual que muchas cosas relacionadas con el SII, el problema subyacente es el problema de SIBO, que se complica y se caracteriza por cierta controversia en el mundo de la investigación del SII. Esta descripción general de SIBO en relación con IBS puede ayudarlo a decidir si debe hablar con su médico sobre este tema.
¿Qué es SIBO?
SIBO es la acumulación de una cantidad excesiva de bacterias intestinales en el intestino delgado. Cualquier condición que perjudique el tránsito o movimiento normal del intestino delgado puede predisponerlo a SIBO. La enfermedad de Crohn y la cirugía abdominal previa se encuentran entre los factores de riesgo para el desarrollo de SIBO.
¿Cómo se diagnostica SIBO?
Debido a la dificultad de realizar biopsias directas del intestino delgado para evaluar la presencia de bacterias, se utiliza una prueba comúnmente conocida como prueba de aliento de hidrógeno (HBT). A los pacientes se les da una solución, como lactulosa, para beber, y luego se administra una prueba de aliento para evaluar la presencia de gas, como el hidrógeno o el metano. En un individuo sano, uno no esperaría ver nada de hidrógeno o metano en la respiración hasta que hayan transcurrido dos horas, el tiempo aproximado que tomaría la lactulosa para viajar al intestino grueso donde la bacteria actuaría sobre él, liberando así el gas. Un resultado positivo de gas visto 90 minutos después de beber la solución proporciona evidencia de bacterias más arriba en el tracto digestivo, es decir, a nivel del intestino delgado.
La Teoría SIBO para IBS
El hecho de que la hinchazón es un síntoma ubicuo para quienes padecen SII, independientemente de si el estreñimiento o la diarrea es un síntoma predominante, ha llevado a los investigadores a buscar un problema común subyacente. Además, aunque los pacientes con SII a menudo señalan que los alimentos específicos causan síntomas, ninguna investigación clara lo respalda.
La evidencia de que SIBO puede ser una causa subyacente para el SII proviene de dos hallazgos principales. La primera es que algunos investigadores han encontrado que un número significativamente mayor de pacientes con SII tienen un HBT positivo que las personas no afectadas, lo que posiblemente indica que SIBO es un problema. El segundo es el hallazgo de la investigación que muchos pacientes ven una disminución significativa en los síntomas del SII después de un ensayo de antibióticos específicos. Estos antibióticos no se absorben en el estómago y, por lo tanto, están disponibles para actuar sobre cualquier bacteria que pueda estar al acecho en el intestino delgado.
La teoría SIBO busca explicar por qué las bacterias terminan en el lugar equivocado. El intestino delgado tiene una "onda de limpieza" natural: movimiento de los músculos en el revestimiento que sirve para vaciar el intestino delgado a intervalos regulares. Se piensa que el deterioro de este movimiento muscular puede resultar en la retención de bacterias. Una teoría es que un episodio de gastroenteritis puede dañar los músculos responsables de esta acción de limpieza, una posibilidad que podría explicar el fenómeno del SII postinfeccioso. También se piensa que el estrés puede ralentizar la acción de estos músculos, lo que explica la relación entre el estrés y el SII.
La teoría SIBO intenta explicar el hecho de que el SII puede manifestarse como diarrea o estreñimiento. La idea es que los diferentes tipos de bacterias y los gases que producen tienen diferentes efectos sobre la motilidad intestinal. Algunos estudios han encontrado que los pacientes que demuestran una mayor cantidad de metano tienen más probabilidades de experimentar estreñimiento, mientras que los pacientes con diarrea muestran un mayor nivel de hidrógeno.
También se teoriza que SIBO puede ser la verdadera causa subyacente de la fructosa y otras intolerancias al azúcar.
La controversia
Aunque la teoría SIBO parece atar el SII en un buen paquete, muchos investigadores no están convencidos. Hay varias críticas importantes de la teoría. Una crítica importante es que el HBT no se considera una medida confiable debido a una alta tasa de error. De mayor importancia es el hecho de que las altas tasas de SIBO y el éxito de los antibióticos como tratamiento visto en los estudios realizados por los teóricos de SIBO no siempre ha sido replicado por otros investigadores. También existe preocupación con respecto al uso a largo plazo de los antibióticos, especialmente dado que el SII es una condición con un curso crónico.
La línea de fondo
Como puede ver, la relación entre SIBO y IBS sigue siendo turbia. El consenso general parece ser que la SIBO puede ser el problema subyacente para un subgrupo de pacientes con SII y que un tipo particular de antibiótico, la rifaximina, tiene el mayor respaldo de investigación por su efectividad en términos de reducir la hinchazón y la diarrea. Con suerte, la investigación continuada aclarará el problema, así como también ofrecerá tratamientos seguros y efectivos.
¿Debería hablar con su médico acerca de tomar un HBT para SIBO? Dado que el SIBO parece ser un problema para algunos pacientes con SII y el hecho de que un antibiótico puede aliviar los síntomas, puede que SIBO merezca más investigación, especialmente si la hinchazón es una parte predominante de su cuadro de síntomas.
¿Con qué frecuencia debería ver a sus médicos si tiene SOP
Vivir con SOP puede requerir exámenes médicos adicionales. He aquí un vistazo a los médicos que pueden estar en su equipo y con qué frecuencia debe verlos.
¿Qué tiene que ver el factor de necrosis tumoral (TNF) con la EII?
El TNF es una proteína que se cree que desempeña un papel en el desarrollo o la continuación de la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Aprende más.
¿Qué tiene que ver ApoE 4 con la enfermedad de Alzheimer?
Averigüe sobre una de las variantes genéticas de la enfermedad de Alzheimer, la apolipoproteína E o ApoE, y si hay una prueba para ello.