Cómo lidiar con la neutropenia durante la quimioterapia
Tabla de contenido:
Neutropenia: qué es, qué la causa, tratamientos disponibles y medidas para prevenir las infecciones (Noviembre 2024)
Los glóbulos blancos son componentes importantes del sistema inmunológico que ayudan al cuerpo a combatir las infecciones. Cuando se enfrentan al cáncer, el síntoma inmunitario a menudo se puede deteriorar, lo que resulta en la pérdida de estas células y en una mayor vulnerabilidad a la infección.
Un tipo de glóbulo blanco comúnmente afectado se conoce como un neutrófilo. Los neutrófilos son las células defensivas más abundantes y son fundamentales para el sistema inmunitario innato. Sirven como defensa de primera línea del cuerpo contra las infecciones, manteniéndolas a raya hasta que el sistema inmunitario adaptativo pueda actuar.
La neutropenia es una condición caracterizada por niveles de neutrófilos anormalmente bajos. Si los niveles caen excesivamente, la neutropenia puede dejarlo expuesto a una gama cada vez más amplia de enfermedades y dificultar aún más la recuperación del tratamiento.
Causas de la neutropenia en el cáncer
La neutropenia puede ser causada tanto por los cánceres (como el linfoma, la leucemia o el mieloma) como por los medicamentos que se usan para tratar el cáncer.
Con ciertos tipos de cáncer, la producción de neutrófilos puede verse afectada por tumores malignos que se desarrollan en la médula ósea. La médula ósea es la principal responsable de producir glóbulos blancos y, si se desarrolla un tumor, puede hacer que los niveles disminuyan drásticamente. Otros tipos de cáncer de sangre afectan directamente a los neutrófilos.
Los medicamentos de quimioterapia pueden tener mucho del mismo efecto. Funcionan al atacar y destruir células de replicación rápida como el cáncer. Desafortunadamente, también pueden matar otras células sanas que se replican rápidamente, incluido el cabello y la médula sanguínea.
Al suprimir la actividad de la médula ósea, los medicamentos de quimioterapia comúnmente causarán neutropenia, aunque en niveles variables. Por lo general, ocurre de siete a 12 días después de comenzar el tratamiento y puede persistir durante la duración de la terapia. Una vez que se completa la quimioterapia, la función de la médula ósea mejorará gradualmente y conducirá a la normalización de los recuentos de glóbulos blancos.
Tratamiento de la neutropenia
La mayoría de los médicos a menudo adoptan un enfoque de observación y espera cuando tratan con neutropenia relacionada con la quimioterapia. Sin embargo, si su riesgo de infección es alto, su médico puede recetarle un tipo de medicamento conocido como factor estimulante de colonias de granulocitos (G-CSF). Comúnmente conocidos como estimulantes de la médula ósea, los medicamentos se administran mediante inyección y, como su nombre lo indica, estimulan la producción de glóbulos blancos sanos.
Estos incluyen opciones tales como Neulasta (pegfilgrastim), Neupogen (filgrastim) y Leukine (sargramostim). Dependiendo del medicamento utilizado, es posible que necesite tan solo una inyección por ciclo de infusión o que se le aplique una inyección diaria hasta que su conteo de glóbulos blancos vuelva a aumentar.
Además, se pueden prescribir medicamentos profilácticos para ayudarlo a evitar una infección. Estos incluyen antibióticos usados para prevenir infecciones bacterianas y antivirales usados para prevenir infecciones virales.
Prevención de la infección
Si bien a menudo no hay mucho que pueda hacer para prevenir la neutropenia durante la quimioterapia, hay formas de disminuir el riesgo de infección si sus niveles comienzan a disminuir. Entre ellos:
- Lávese las manos varias veces al día con agua caliente y jabón.
- Mantenga las superficies del baño, la cocina y el vivero limpias y libres de contaminación.
- Evite las grandes multitudes
- Manténgase alejado de cualquier persona que esté enferma y haya estado recientemente enferma, incluidos los miembros de la familia.
- Limpiar y vendar cualquier corte o rasguño.
- Mantener una buena higiene bucal.
- No comparta utensilios, toallas, pintalabios o artículos de cuidado personal.
- Use guantes cuando trabaje en el jardín.
- No limpiar cajas de arena o jaulas de pájaros.
- Cocer la carne, las aves o el pescado bien
- Evite el pescado o la carne cruda, incluido el sushi o el carpaccio.
- Lave todas las frutas y verduras antes de comerlas.
- Evitar supositorios rectales o enemas.
- Evitar el estreñimiento
- Use toallas sanitarias en lugar de tampones
- Evite las duchas o baños de burbujas que puedan perturbar su bioma vaginal
- Pregúntele a su médico acerca de las vacunas, incluidas las vacunas contra la gripe.
Finalmente, es importante que tenga un buen termómetro a mano para poder detectar la fiebre temprano. Si se está sometiendo a una quimioterapia, siempre trate la fiebre como una emergencia y contacte a su médico de inmediato en caso de que haya contraído una infección.
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- Texto
- Yarbro, C.; Wujcik, D.; y Holmes Gobel, B. (2010) Enfermería contra el cáncer: principios y práctica (7ª ed.) Sudbury, Massachusetts: Jones y Bartlett. ISBN-13: 978-0763763572.
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